Talentos ocultos por nuestra cultura

¿Qué pasa cuando se discrimina a una persona por uno o hasta una combinación de los siguientes factores: género, orientación sexual, etnicidad -esto porque el término raza en el más puro sentido filosófico y antropológico está mal empleado en nuestra cultura moderna pero esa es una discusión para otro día-, religión, condición económica y un gran etcétera? Así es, nada. O al menos, según lo que la propaganda contemporánea quiere vender, es lo que pasaba durante el siglo XX y no es como que actualmente aún veamos problemas de este tipo.... En fin, hago esta larga, pero a su vez breve interrogante para hablar del principal tema que no solamente funge como un excelente motor para el desarrollo del drama Hidden Figures, sino que también pone en evidencia la hipocresía y el horror que la ideología puede ocasionar en la sociedad: el racismo. 

El racismo, si bien se tiende a relacionar directamente con cuestiones puramente étnicas, es un término que engloba las causalidades de las muchas injusticias y opresiones que viven minorías -palabra tan deshumanizadora que, a pesar de su propósito, engrandece la razón de su existencia- a lo largo del contexto temporal y físico. Antes de discutir brevemente la película, creo que resultaría interesante presentar a quien quiera que esté leyendo este escrito, la noción de que esta segregación entre seres humanos, si bien se ha demostrado que, de una u otra forma se ha manifestado desde los inicios de los anales de la historia, su forma tan estructurada y, hasta cierto punto, tan sistemáticamente coherente, surge con grandes mentes que, a vista del ojo común alienado por la cultura, han generado una revolución en el pensamiento, como ejemplo está Lutero o Hegel, ambos personajes alemanes que, cegados por su miedo y anhelo patriótico de centralizar del poder, rechazaron la historia, a Dios y hasta al mismo ser humano para poder justificar la verdad, su realidad, no la del verdadero mundo.

En fin, para no hacer esta entrada demasiado larga, el drama Hidden Figures presenta la historia de tres de las personas a quienes les debemos el poder escribir y leer esta entrada de blog: Mary Jackson, Dorothy Vaughan y Katherine Johnson. Aunque las historias que se presentan y sus contribuciones son muy interesantes y, a opinión personal, se representan de una forma bastante cómoda para el espectador, lo que resalta son la moralidad de la sociedad y voluntad de estas tres mujeres. Si aún hoy es complicado ser mujer no solo en la industria de la tecnología, sino en el mundo, no puedo imaginar los deseos, ambición y y resiliencia que estos maravillosos seres humanos tuvieron que tener para sobrellevar su labor, aún sabiendo que probablemente el mérito quedara olvidado o cedido a otros. Es por eso que agradezco que ya no sean figuras ocultas para nosotros y que, así como ellas, sigamos luchando por mejorar las condiciones para todos. 

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